3 de junio de 2009

¿A mí? ¡A ti también!

Siento que se me da demasiado crédito por este viaje.

Sí, es difícil y único. Supongo que es impresionante, y sí creo que no puede negarse que se necesita tener algo de coraje para estar dispuesto a asumirlo, pero yo no lo veo como un desafío mayor al que enfrenta la gente en la vida diaria. No, en verdad se los digo.

Creo que la vida en el mundo real puede ser mucho más solitaria, más difícil y requiere más perseverancia que algo como lo que estoy haciendo. Si alguien está impresionado por lo que estoy haciendo, tengan la seguridad de que tengo un temor al igual que el de la persona que conmuta a trabajar cada mañana a través de tráfico pesado, de la persona que permanece quedándose en la misma relación durante tiempos difíciles, de la persona que persevera a través de un solitario e incierto momento de su vida. En verdad, se los digo.

Algunas personas mueven su cabeza, no pueden creer lo que estoy haciendo como si no pudiesen imaginarse que podrían hacerlo ellos mismos, pero yo muevo mi cabeza en retorno, y me pregunto si podría comprometerse a mi familia como ellos se han comprometido a la suya, o a sus profesiones, o si podría soportar la angustia que ellos sobrellevado recientemente, o los desafíos físicos de una enfermedad o una discapacidad.

Al final supongo que cada uno está en una solitaria y agotadora jornada, y francamente, no me sorprendería si la suyas sean más profundas que la mía.